Educándonos mejoramos la ciudad.

•Promotorxs y técnicxs tenemos que ser formados en las implicaciones sociales, culturales económicas y medioambientales de nuestros proyectos. En gran número de casos, los valores comerciales y de beneficio empresarial son los parámetros considerados por las técnicas y técnicos, promotoras/es y constructoras/es participantes del crecimiento y desarrollo urbano. Por este motivo, la calidad del espacio público para fomentar la interrelación social, el interés medioambiental del trazado viario o de los materiales utilizados, el conocimiento artesanal local, la innovación industrial, o la capacidad de la ciudadanía para sentirse involucrada en el medio construido no recibe la atención y dedicación necesaria. Por ello, considero absolutamente fundamental el educar a todas aquellas personas con capacidad de tomar decisiones, construir o diseñar el espacio urbano y edificatorio en el que desarrollamos nuestras vidas. Dicha formación podría ofrecerse en los colegios de arquitectos a las personas y entidades que solicitan el visado de proyectos, como en los que supervisan y visan en colegios de arquitectos y ayuntamientos.

•La ciudad es un ecosistema en el que convivimos seres de diferentes reinos (animal, vegetal y mineral). Cada plaza, calle, edificio o mobiliario urbano debería ser una declaración de principios de beneficios mutuos. Con esto lograríamos que los bancos de los parques se realicen con materiales producidos de forma local, minimizando los materiales no renovables como la piedra y el metal, e integrando jardineras para la mejora de la calidad del aire y la existencia de las abejas. O las calles se pavimentaran con materiales reciclados y producidos de forma local, con capacidad para reducir el ruido de los vehículos a motor, confortables para el uso de bicicletas y otros sistemas de transporte alternativos y que debido a las canalizaciones subterráneas, no es necesario romper para arreglar. Que permitan crecer vegetación entre sus huecos logrando que matorrales y arboles endémicos de la comunidad de Madrid campen a sus anchas, atrayendo a sus pájaros e insectos. Esta medida podría implementarse ofreciendo a urbanistas, promotoras/es y técnicas/os sencillas tablas con posibles nuevos puntos de beneficio para cada uno de estos reinos.

•No más ciudadanxs CLIENTES. No ceje en su empeño de enseñarnos a ser partícipes! Jardineando, arreglando, cuidando. Con la llegada del desarrollo económico durante las primeras décadas de la democracia, la ciudadanía dejo de ser partícipe, para pasar a ser cliente. Y es por ello por lo que la pasividad del individuo ha superado a la antigua necesidad de organización vecinal para mejorar nuestro entorno. Sería mágico que desde el ayuntamiento fomentasen la participación de individuos para mejorar lo que es de todas y todos. Grupos de voluntarias/os para ayudar a los jardineros y jardineras del Retiro, la Casa de Campo o Madrid Río en épocas del año con exceso de trabajo, involucrar a las escuelas para embellecer la ciudad, como por ejemplo, invitar a la Escuela de Bellas Artes de Madrid para que el estudiantado pinten carteles de los cines de la Gran Vía (recuperando un patrimonio cultural perdido por razones económicas), batidas de limpieza de plazas y calles previo a ciertos eventos sociales, o plantaciones masivas de maceteros en los balcones de los edificios de Madrid (y en esto Manuela, ya has puesto la primera y maravillosa semilla!!!!) etc.

No tenía pétalos suficientes para expresar lo ilusionadx que estaba cuando recibí la invitación para participar en esta maravillosa iniciativa….. Menos mal que los pixeles me han acompañado en la continuación de la aventura!

Carlos Jimenez Cenamor <3

DelAmorYlaBelleza